GUÍA PARA PREVENIR LOS EXCESOS DEL VERANO

En la época estival tendemos a comer y beber más de la cuenta. Te ofrecemos esta guía para que aprendas a controlar los excesos del verano.

Para muchas personas, una parte de la experiencia del verano y de sus vacaciones consiste en dejarse llevar en cuanto a la alimentación se refiere. Las terrazas de los bares, los chiringuitos de playa y las escapadas de los fines de semana hacen mucho más fácil caer en la tentación de consumir (de más) fritos, rebozados, dulces y, en general, comidas copiosas, ricas en grasas y carbohidratos, acompañadas con frecuencia de alcohol y bebidas azucaradas. Sin olvidar los cambios en los horarios de las comidas que lleva aparejado este ajetreado programa de actividades al aire libre.

Alejandro Monzó - Unidad de Nutrición Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives


El resultado final será en muchos casos un lógico aumento de peso que puede favorecer la aparición de obesidad y sus patologías asociadas, como diabetes, hipertensión arterial, arteriosclerosis, enfermedades cerebrovasculares, patologías renales, hígado graso e incluso cáncer.

Además, al introducir este tipo de alimentos hipercalóricos que se consumen a gran velocidad y en mayor cantidad en esta época del año, las digestiones son más lentas y pesadas lo que produce malestar al hacer que el sistema digestivo trabaje por encima de su capacidad. Este tipo de dieta también puede provocar estreñimiento y gases debido al bajo o nulo aporte de fibra y a una alteración de la flora intestinal por los cambios dietéticos.

Para ayudarte a hacer de estos meses un período más saludable en lo que se refiere a la alimentación, sigue las recomendaciones de esta guía contra los excesos gastronómicos del verano:

1. Mantente hidratado

Eleva la ingesta de agua en la época estival y evita exponerte al sol durante las horas críticas del día. Lleva siempre contigo una botella de agua bien fría y también puedes aumentar su consumo mediante infusiones y refrescos caseros sin azúcar. Evita las bebidas alcohólicas ya que, además de ser una fuente de azúcares y carbohidratos de rápida asimilación que favorecen el sobrepeso, tienen un efecto deshidratante sobre el organismo por su contenido en alcohol.

2. La trampa de las bebidas azucaradas

Es importante no consumir bebidas refrescantes industriales o zumos. No te dejes engañar por los productos light o sin azúcar añadido, porque aunque no aportan tantas calorías como las variedades originales, su sabor dulce hace que aumente la insulina en sangre y por tanto active nuestro apetito. Además, cada vez hay más evidencias de que los edulcorantes alteran el metabolismo corporal, favoreciendo la aparición de resistencia a insulina y de grasa visceral.

3. Menos sal…

Reduce el consumo de sal. Si sigues este consejo evitarás retener líquidos. Y si lo que quieres es potenciar el sabor de tus platos, puedes usar hierbas aromáticas y especias.

4. … y más fibra

Otra medida preventiva que te será muy útil en verano pasa por aumentar el consumo de fibra. Cuando estamos de vacaciones, nuestro tránsito intestinal no funciona igual por los cambios en nuestra dieta que muchas veces implica una ingesta de fibra menor a la habitual. Trata de que todos los cereales que consumas sean integrales porque son más saludables y aportan más fibra. Otro truco para aumentar la ingesta de fibra es incluir semillas en tu dieta: añádelas a yogures, ensaladas, bebidas y desayunos. Nos aportan grasas saludables y producen una mayor sensación de saciedad, con lo que además conseguiremos comer menos cantidad de alimento. Aumentar el consumo de frutas y verduras frescas de temporada, además de ser refrescante y delicioso, también nos ayudará a reforzar la ingesta de fibra.

5. Horarios y cantidades bajo control

Es importante hacer pequeñas tomas de alimento divididas a lo largo del día, cada tres o cuatro horas, evitando las comidas copiosas e interminables, típicas de estas fechas. Otra opción es hacer ayunos intermitentes, ya que también nos ayudarán a mantener un peso saludable y evitar la acumulación de grasa.

6. Tentempiés saludables

Utiliza dos momentos del día, a media mañana y a media tarde, para hacer un tentempié compuesto de frutas frescas y de temporada, yogures y quesos batidos desnatados, gelatinas sin azúcares o incluso un pequeño montadito hecho con pan integral. Ayudan a controlar el apetito, hidratan, aportan fibra y son ricos en nutrientes esenciales. 

7. Las prisas y los atracones, prohibidos

Come despacio y en poca cantidad. Es fundamental para mantener el metabolismo activo y favorecer la sensación de saciedad. Este hábito evita que lleguemos a las comidas principales con más hambre y que nos excedamos con los alimentos.

8. Cena a una hora prudente 

Aunque salgas a cenar fuera, no lo hagas a una hora muy tardía para que la digestión no interfiera en tu descanso nocturno debido a la pesadez y los gases. Por eso también es aconsejable que las cenas sean lo más ligeras posibles. Introducir un poco de proteínas de buena calidad combinado con fibra y evitando alimentos ricos en carbohidratos y grasas es una opción ideal para una cena ligera pero saciante.

9. Evita picotear entre horas

Si nos proponemos seguir un horario regular de comidas, será mucho más fácil mantenerlo durante el verano y controlar los excesos gastronómicos propios de la estación. La clave está en no acostumbrarse al picoteo entre horas o sustituirlo por aperitivos más saludables que las patatas o los rebozados, como pueden ser los encurtidos en vinagre, los mejillones y berberechos al natural o al limón.

10. Huye de los ultraprocesados

Su solo nombre ya debería espantarte pero, en caso de que no sea suficiente, te recordamos que los ultraprocesados como los snacks fritos son alimentos ‘hiperpalatables’, es decir, estimulan nuestras papilas gustativas y hacen que no paremos de comer. Además, son alimentos pobres en fibra y por lo tanto muy poco saciantes. Una opción saludable es el consumo de frutos secos al natural: son ricos en grasas saludables y en fibra. Eso sí, su consumo debe ser moderado ya que son muy calóricos. 

11. Helados, mejor si son caseros

Los helados apetecen más en los meses de más calor y su buen sabor hace casi imposible resistirse a ellos, pero piensa que a cambio son hipercalóricos, ya que son ricos en grasas saturadas y azúcares. ¡Cualquiera dice que no! Sin embargo, puedes hacerlos en casa con una receta más equilibrada. Ingredientes sencillos y algún molde es todo lo que necesitas. 

12. Nada como la comida casera

La mejor opción (también en verano) es cocinar y comer en casa, porque te permite planificar el menú y saber qué ingredientes lleva tu comida. Eso sí, no es buena idea ir al supermercado con hambre para que no interfiera en la lista de la compra. Pero si no te queda otra que salir a comer o cenar fuera, disfruta de la comida e intenta elegir siempre los platos más saludables: eso deja fuera (por si acaso) los fritos, rebozados y empanados que deben dejar paso a las ensaladas frescas, gazpachos, carnes y pescados cocinados al horno, a la plancha o al vapor, acompañados de verduras en lugar de patatas fritas.

12 + 1. ¡Muévete!

Es fundamental que durante el verano no abandones la práctica de ejercicio físico. Puedes optar por realizar unas actividades diferentes al resto del año como nadar y otros deportes acuáticos; junto con una correcta alimentación, son la base fundamental para mantener un estilo de vida saludable a lo largo de todo el año. 

Una ayuda extra

Además de seguir esta guía contra los excesos gastronómicos del verano, siempre puedes echar mano de una ayuda extra como la que proporciona el suplemento nutricional NeoFD Control. Este producto mejora el estado de ánimo y la gestión de la ansiedad gracias a su poder saciante. Su composición incluye L-Teanina, 5-HTP (5-Hidroxitriptófano), extracto de Garcinia y cromo.

Por otro lado, las vacaciones pueden afectar a nuestro sistema digestivo ya que podemos viajar a destinos con distintos tipos de alimentación, calidad del agua, humedad y temperatura ambiental, etc. Para fortalecer el sistema digestivo puedes contar con NeoFlora Probio Balance. Nuestro potente probiótico, con 16 cepas seleccionadas y 53.000 millones de microorganismos, es uno de los productos más concentrados disponibles, y asegura, con dicha concentración, que lleguen con viabilidad los microorganismos al intestino y se implanten correctamente.


BIBLIOGRAFÍA

http://www.comunidad.madrid/servicios/salud/habitos-saludables-verano