BAJEMOS DE INTENSIDAD AL CLIMATERIO

Compuestos no esteroideos como los fitoestrógenos han demostrado tener la habilidad de actuar como estrógeno débil o de poseer precursores de sustancias que afectan a la actividad estrogénica.

Es notable la facilidad con la cual las mujeres asiáticas atraviesan la menopausia y los bajos índices de cáncer de mama existentes en esas poblaciones cuya dieta tiene un alto consumo de fitoestrógenos. Los más importantes, las isoflavonas de la soja, y en concreto la genisteína y la daidzeína.

Dr. César Montiel – Especialista en Ginecología y Obstetricia, así como en Medicina Deportiva. Equipo médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives


La ingesta de isoflavonas, como nuestro NeoWomen, durante la premenopausia podría prologar la duración del ciclo menstrual y, en mujeres postmenopáusicas, reducir los síntomas climatéricos, como por ejemplo los sofocos. Además, podría prevenir o moderar la descalcificación ósea relacionada con el cese de actividad de los estrógenos en la menopausia.

En cuanto a la epidemiologia de los transtornos de climaterio, diferentes estudios han encontrado que la ingesta adecuada de soja y sus derivados, especialmente isoflavonas, se asocia con una reducción significativa de los síntomas típicos de la menopausia (sofocos, insomnio, irritabilidad, cambios de humor, etc.), y una menor incidencia de cambios en los ciclos menstruales, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y algunos cánceres hormonodependientes (cáncer de mama, cáncer de endometrio, cáncer de próstata y cáncer de colon). Incluso se ha demostrado que japoneses que cambian de residencia y paralelamente sus hábitos dietéticos, al cabo del tiempo igualan el riesgo de padecer estas enfermedades con respecto a la población general. Este hecho demuestra que la dieta puede, junto a otros factores (genéticos, raciales, etc.), determinar el desarrollo de ciertas enfermedades. Tomando como referencia la dosis consumida en Oriente, se considera que la dosis ideal oscila entre 30 y 60 mg de isoflavonas al día, lo cual se convierte en una alternativa terapéutica importante para mujeres menopáusicas y perimenopáusicas con evidentes síntomas.

En ocasiones, la menopausia no se produce de modo natural, sino que es consecuencia de tratamientos médicos empleados para abordar otras patologías. Pueden provocar una menopausia precoz los tratamientos para el cáncer, incluyendo la quimioterapia, la radiación pélvica y la cirugía. La ooforectomia bilateral (extirpación de ambos ovarios) induce menopausia. La histerectomía (extirpación del útero, pero no de los ovarios) no desencadena la menopausia, pero conlleva el cese de la menstruación y distintos estudios revelan que puede acelerar el inicio natural de la menopausia en uno o dos años. También es causa de menopausia más temprana el hábito de fumar y si madres o hermanas también la iniciaron tempranamente.

Las isoflavonas derivadas de la soja como genisteína y daidzeína se han mostrado útiles en la mejoría de los síntomas neurovegetativos del síndrome climatérico, especialmente en los sofocos, así como en la evolución positiva de los parámetros de riesgo cardiovascular (disminución de las cifras de LDL o colesterol «malo», protección frente al desarrollo de la placa de ateroma), prevención de la pérdida mineral ósea asociada a la menopausia y mejora de la atrofia genitourinaria postmenopáusica. También se ha observado que estos compuestos naturales inhiben ciertas enzimas implicadas en la diferenciación y el crecimiento tumoral, a la vez que bloquean la proliferación in vitro de líneas celulares de cáncer de mama.

En términos generales, las isoflavonas (especialmente la genisteína) parecen tener una mayor afinidad por el receptor de ß-estrógeno que por el receptor de α-estrógeno. De esta manera, se espera que su efecto sea más pronunciado en los órganos y tejidos diana donde dominan los receptores β, como el sistema nervioso central, los huesos, las paredes de los vasos sanguíneos y el tracto urogenital. Por otro lado, dado que no tiene ningún efecto sobre el receptor alfa de estrógeno, se evitará la proliferación de tejido mamario y endometrial. Además de su actividad sobre los receptores de estrógenos, las isoflavonas tienen otras funciones: efecto antioxidante, inhiben determinadas enzimas implicadas en la replicación celular, inhiben la angiogénesis, aumentan las LDL (lipoproteínas de baja densidad que transportan el colesterol a diversos tejidos corporales), receptor hepático, etc.

Es necesario destacar que, aunque muchos estudios han evaluado los efectos de las isoflavonas de soja en la menopausia, la mayoría muestran diferencias en cuanto al diseño, la duración, la fuente de soja utilizada, y en las características epidemiológicas de la población. Sin embargo, se evidencia la eficacia de las isoflavonas en la disminución de los sofocos y en la mejoría de la calidad de vida de la mujer peri y postmenopáusica, aunque con cierta disparidad en los resultados. No obstante, la disminución de la calidad de vida en las mujeres peri y postmenopáusica parece tener una relación muy directa con las características personales y socioculturales de la mujer, lo que determina la percepción y la vivencia que tiene de dicha sintomatología.


BIBLIOGRAFÍA

        1. Alvernia S, Palacios S. Fitoestrógenos y la salud de la mujer [revista electrónica]. Consultado el 05/06/03. Disponible en: http://www.encolombia.com/menos6100-fitoestro.htm

        2. S. Department of Agriculture ARS. National Nutrient Database for Standard Reference (Release 28, released September 2015, slightly revised May 2016) 2015. Disponible en: https://ndb.nal.usda.gov/ndb/

        3. Anónimo. Perimenopausia: inicio de la menopausia. JAMA 2003;289(7):940.
        4. Haya J, Cancelo MJ, Muelas M. Nuevos acercamientos a las isoflavonas de la soja. Simposium Gemma (Grupo de Estudio para la Menopausia de Madrid). Octubre 2002.
        5. Esch HL, Kleider C, Scheffler A, Lehmann L. Isoflavones: Toxicological Aspects and Efficacy A2. Gupta, Ramesh C. Nutraceuticals. Boston: Academic Press; 2016. p. 465-87.