3 FORMAS DE CONTRARRESTAR LA RADICACIÓN SOLAR CON AYUDA DE LOS ANTIOXIDANTES
Si proteges tu piel de los rayos ultravioleta no solo retrasarás su envejecimiento, también previenes el tipo de cáncer que supone casi el 40% de los nuevos casos diagnosticados.
Incluso en días nublados, la radiación ultravioleta (UV) procedente del sol causa en nuestra piel daños a largo plazo. La mejor manera de evitar este riesgo sería no exponerse a la luz directa del ‘astro rey’ pero, nuestra vida, tal y como la entendemos, no sería posible, especialmente en verano. Además, cierta cantidad de radiación solar tiene efectos beneficiosos en el organismo, como la síntesis de la vitamina D o la adecuada regulación de los ritmos circadianos. Así que, ¿cómo podemos contrarrestar los efectos negativos de la radiación solar? Una de las claves principales está en los antioxidantes.
Dr. Moisés de Vicente – Especialista en Medicina Interna. Equipo Médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives
Los radicales libres
Resultado de su propio funcionamiento, el organismo produce constantemente radicales libres dentro de los tejidos cuyo efecto oxidativo puede dañar el ADN y otras estructuras celulares como membranas y proteínas, y contribuir a la generación de mutaciones y cáncer.
El cuerpo humano se protege de esta oxidación mediante una serie de sofisticados mecanismos de defensa antioxidante (1). Una parte de esos radicales libres se genera, también, durante la exposición a luz ultravioleta, los rayos X y los rayos gamma, todos ellos generados por el sol.
La piel también dispone de defensas antioxidantes pero estas se verán superadas si la dosis de luz UV es lo suficientemente alta; el resultado es la agresión causada por los radicales libres a componentes celulares como proteínas, lípidos y el ADN (2). Estos agentes tiene además un efecto acumulativo que desempeña un papel crítico en el envejecimiento debido a la edad y el fotoenvejecimiento de la piel humana.
Efecto cancerígeno demostrado
De los distintos tipos de radiación UV, la radiación UVB (es el 5% de los rayos ultravioleta y responsable de las quemaduras de piel) está considerada un carcinógeno que conduce a una generación excesiva de elementos que provocan estrés oxidativo en las células cutáneas.
Diversos estudios han demostrado que este tipo de radiación procedente del sol produce una variedad de efectos nocivos que incluyen, como se ha dicho, el daño al ADN, las mutaciones en genes reguladores clave, inflamación e inmunosupresión, además de fotoenvejecimiento y cáncer de piel, pero si sigues estos tres consejos lograrás reducir la producción de radicales libres y contrarrestar sus efectos.
1. Cremas solares y ropa: efecto protector
Sin duda, el método más conocido consiste en aplicar cremas de protección solar sobre la piel para crear una película con la que se bloquea gran parte de la radiación solar perjudicial. También es importante cubrir la piel con prendas y especialmente con aquellas que incluyen protección solar. Es algo que siempre deberíamos hacer ya que nos enfrentamos a una amenaza muy real: el cáncer de piel que representa un importante y creciente problema de salud pública que ya supone aproximadamente el 40% de los nuevos casos de cáncer.
2. Las plantas, fuente natural de antioxidantes
Las plantas son fuentes alternativas de antioxidantes naturales que pueden complementar los antioxidantes producidos por el cuerpo humano gracias a los fitoquímicos que contienen. Se trata de compuestos bioactivos presentes en frutas, vegetales, granos y otros alimentos vegetales que se han relacionado con la reducción del riesgo de enfermedades crónicas importantes.
Algunos de estos compuestos serían:
- Las Antocianinas, presentes en semillas de uva y en frutos y bayas de piel oscura como los arándanos.
- El Resveratrol, que abunda especialmente en la piel de uvas tintas y en el vino tinto. También se puede encontrar en moras, cacahuetes y en las raíces y tallos de la planta oriental Polygonium cuspidatum.
- La Quercetina, un flavonoide presente en manzanas, en el té, en cebollas, frambuesas, uvas y vino tinto, cítricos, bayas, brócoli y otros vegetales de hoja verde.
- La Curcumina, un polifenol presente en la cúrcuma que es el principal responsable de sus beneficios corporales
- La Vitamina E, que abunda en aceites vegetales (como el de oliva o girasol), en frutos secos, cereales integrales o verduras de hoja verde.
- Las catequinas del té verde, entre las que destaca la epigalocatequina-3-galato
- La vitamina C, que abunda en muchos vegetales, especialmente en crucíferas y pimientos, y en frutos como los cítricos, el escaramujo, la acerola o las bayas silvestres.
- Compuestos azufrados procedentes de crucíferas como el sulforafano o el indol-3-carbinol.
- El carotenoide astaxantina, presente en microalgas, crustáceos como el krill, levaduras y peces con carne anaranjada como la trucha o el salmón.
3. Ayuda a tu cuerpo con suplementos
Si tu exposición a los rayos solares es especialmente intensa, ya sea por tu trabajo o por otros motivos, siempre puedes ayudar a tu cuerpo a conseguir antioxidantes por medio de suplementos alimentarios. Neoactives ha desarrollado productos antioxidantes como NeoCurcuma Antiox y NeoCoQ10 Ubiquinol que aportan al organismo una cantidad extra de estos elementos.
NeoCurcuma Antiox contiene cúrcuma de alta calidad y concentración. En los últimos años la cúrcuma (Curcuma longa) se ha convertido en uno de los nutrientes más utilizados por el importante efecto antioxidante de su principio más importante, la curcumina.
Otros de los ingredientes destacados de este suplemento son la piperina, una sustancia de la pimienta negra que puede mejorar en hasta un 2000% la biodisponibilidad (capacidad de ser aprovechada por el organismo) de la curcumina, así como otros componentes que potencian los efectos de la curcumina entre los que están las catequinas del té verde, el resveratrol, el ácido R-alfa lipoico, compuestos azufrados derivados del brócoli, el carotenoide astaxantina o el escaramujo (el fruto del rosal salvaje). Incluye, por último, vitamina C que tiene un efecto protector de las células frente al daño oxidativo y de refuerzo al sistema inmunológico.
En cuanto al NeoCoQ10 Ubiquinol, la coenzima Q10 es una sustancia liposoluble que está presente en todos los animales ya que es necesaria en la producción de energética dentro de la célula, de ahí su importancia. La coenzima Q10 puede ser sintetizada por el organismo, aunque hay algunos factores que pueden afectar a su síntesis como el consumo de ciertos fármacos o el envejecimiento.
Además de su efecto en la generación de energía, la coenzima Q10 tiene una importante función antioxidante. Por ese motivo, el cuerpo la utiliza como arsenal de defensa frente a los radicales libres. Se recomienda utilizar productos que aporten la coenzima Q10 en forma de ubiquinol que presenta una mayor biodisponibilidad corporal que la forma de ubiquinona.
Tener un aporte correcto de esta sustancia es de vital importancia para la buena salud, unos niveles altos de energía, así como la longevidad y la calidad de vida en general (4).
Por otro lado, si es necesario regenerar la piel dañada por el sol, recomendamos la gama de productos de Pharmamel, a base de melatonina y coenzima Q10, para prevenir y tratar los daños derivados del envejecimiento.
BIBLIOGRAFÍA:
(1) Narendhirakannan RT, Hannah MA. Oxidative stress and skin cancer: an overview. Indian J Clin Biochem. 2013;28(2):110–115. doi:10.1007/s12291-012-0278-8
(2) Bickers DR, Athar M. Oxidative stress in the pathogenesis of skin disease. J Invest Dermatol. 2006;126:2565–2575.
(3) Afaq F, Mukhtar H. Botanical antioxidants in the prevention of photocarcinogenesis and photoaging. Exp Dermatol. 2006;15:678–684.
(4) Wang Y, Hekimi S. Understanding Ubiquinone. Trends Cell Biol. 2016 May;26(5):367-378.