¿ES NECESARIO TOMAR SUPLEMENTOS VITAMÍNICOS Y MINERALES?
¿Alimentación equilibrada o suplementos de vitaminas y minerales? Lo cierto es que lo uno no excluye lo otro, todo depende de las necesidades de cada persona y su estilo de vida.
Dr. Martínez Peñalver – Especialista en Medicina Interna. Equipo Médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives
Una de las palabras de las que deriva ‘vitamina’ es el vocablo latino ‘vita’ o vida, muy apropiada para estas sustancias orgánicas, cruciales para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Cuando nos faltan, muchos de los procesos fisiológicos que sustentan la actividad del cuerpo humano dejan de funcionar adecuadamente y pueden aparecer enfermedades carenciales.
Las vitaminas están presentes en la comida por lo que, con una cantidad adecuada de alimentos, deberíamos obtener las cantidades necesarias de forma natural. Sin embargo, hoy en día los hábitos alimentarios han cambiado y es habitual abusar de las comidas procesadas en detrimento de productos frescos mucho más ricos en nutrientes.
Algo parecido sucede con los minerales, moléculas imprescindibles para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que casi 2.000 millones de personas en el mundo presentan un déficit de minerales esenciales y/o de vitaminas. Esto nos permite ver la magnitud del problema. Está demostrado que los déficits de estos minerales esenciales suponen un riesgo para nuestra salud y calidad de vida.
Una forma de evitar posibles carencias consiste en incluir suplementos con estos elementos en la dieta. Sin embargo, deben emplearse solo como complemento de una alimentación equilibrada y no como un sustituto de la misma. Además, es necesario que la toma de dichos suplementos esté supervisada por un especialista. No obstante, hay más motivos por los que tenemos considerar la utilidad de los suplementos multivitamínicos y multiminerales:
1. La revolución agrícola ha mermado la calidad de nuestros alimentos. La explotación de los suelos agrícolas y la ganadería intensiva han hecho que nuestros alimentos tengan menos densidad nutricional, es decir menos nutrientes (vitaminas y minerales). Sin embargo, los alimentos “intensivos” tienen similar densidad calórica (calorías por cada 100 gramos) y, en el caso de los alimentos procesados, todavía mayor.
2. El contenido nutricional de los alimentos varía geográficamente. Incluso con los mismos métodos de producción agrícola, puede haber diferencias importantes de unas regiones a otras.
3. La Cantidad Diaria Recomendada (CDR) fijada para cada vitamina y mineral no es la cantidad máxima sino la necesaria para no padecer enfermedades carenciales. Además, el estrés y el estilo de vida pueden requerir dosis mayores en determinados casos, al igual que en periodos de convalecencia, cirugías, etc.
4. No es sencillo alcanzar los requisitos nutricionales mínimos, debido a que los alimentos hoy son menos densos en nutrientes y más ricos en calorías. Por otra parte, hay estudios que demuestran que incluso los individuos que toman suplementos de vitaminas no alcanzan el 100% de las cantidades mínimas para todos los nutrientes.
5. Algunos micronutrientes aumentan sus efectos positivos si te toman en mayor cantidad. Es el caso de la vitamina D, en la que se ha comprobado que las personas con niveles más altos (entre 60-80 mg/dL) de lo que se considera normal (30 mg/dL) tenían los telómeros más largos. De igual modo, la vitamina C en dosis elevadas en una situación de estrés corporal (como una infección grave o una cirugía), ha mostrado beneficios en términos de supervivencia.
6. Son productos seguros. Tomar de forma prolongada vitaminas a dosis superiores a la CDR e inferiores al nivel máximo ha demostrado su seguridad a largo plazo.
7. Las necesidades alimenticias varían de una persona a otra, en función de su estado nutricional, actividad física, enfermedades y la posible medicación que esté tomando, entre otros factores. Por esa razón, no se pueden prescribir suplementos alimenticios de forma indiscriminada a toda la población en las mismas dosis.
Es conclusión, no todo el mundo necesita complementar su dieta con vitaminas y minerales ni todo el mundo necesita los mismos ni en la misma cantidad. Lo ideal es tener un dieta saludable y rica en alimentos frescos. Pero si tenemos una dieta más restrictiva o nuestras necesidades aumentan, complementar nuestra dieta con un aporte de micronutrientes nos facilitará conseguir las cantidades necesarias para estar en un estado de salud óptimo.
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BIBLIOGRAFÍA
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