ALIMENTA TU CEREBRO PARA PROTEGERLO Y RENDIR MÁS

Descubre las estrategias para mantener nuestro cerebro en condiciones óptimas y prevenir el deterioro cognitivo.

Nuestro cerebro representa tan solo el 2% de nuestro peso corporal y, sin embargo, consume el 20% de la energía de todo el cuerpo. Este gran gasto energético comparado con su tamaño resulta acorde a su papel protagonista en nuestra especie. De ahí que cuidar nuestra salud cerebral sea tan importante, no solo para lograr el mayor rendimiento intelectual posible, sino también para prevenir en lo posible el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.

Dr. Iván Moreno – Especialista en Medicina Interna. Equipo Médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives


Hay muchos factores implicados en el mantenimiento de una adecuada función cognitiva a lo largo de los años: una dieta saludable, mantenerse activo mental y socialmente, una pauta de ejercicio orientada a elevar los niveles de neurotrofinas -proteínas implicadas en la supervivencia de las neuronas-, un reequilibrio hormonal y metabólico, así como el uso de suplementos alimenticios en función de las necesidades de cada persona. 

Ventaja evolutiva

No tenemos tanta fuerza, velocidad o capacidades sensoriales como otros animales y, sin embargo, somos capaces de movernos más rápido y más lejos que cualquier otro y hemos conseguido dominar el medio natural. Nuestro avanzado cerebro nos ha dado la capacidad de hacer todo esto gracias a la capacidad de concepción de herramientas, al igual que hace posible que podamos comunicarnos por medio del lenguaje y de ser autoconscientes.

Desde tiempos remotos hemos buscado sin mucho éxito la manera de potenciar nuestras capacidades mentales a través de diversos métodos, esotéricos unos y basados en remedios naturales, otros.

Frenando el deterioro cognitivo

No obstante, tanto la mejora cognitiva como ralentizar, en lo posible, el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento hoy es realmente posible por medio de diversas estrategias. ¿Quieres saber cómo?

Los recursos que tenemos a nuestra disposición para frenar o modular este deterioro cognitivo asociado a la edad son, fundamentalmente, estos siete:

1.- Actividad física, mental y social
2.- Dieta
3.- Suplementos alimenticios
4.- Medicamentos
5.- Balance hormonal
6.- Balance metabólico

Actividad física y mental

La práctica de ejercicio regular disminuye la progresión del deterioro cognitivo, al tiempo que estimula la producción de neurotrofinas en el cerebro y de anandamidas que aumentan el número de conexiones neuronales y la sensación de bienestar.

Asimismo, mantener una actividad mental variada y estimulante ha mostrado enlentecer el declinar cognitivo que tiene lugar con el paso del tiempo. La interacción social es otro de los estímulos más indicados para mantener nuestro cerebro en forma; incluso hay estudios que demuestran una menor evolución de la demencia en ancianos limitados físicamente sólo con ver caras de otra gente al pasear por la calle.

La dieta del cerebro

Del mismo modo, la aportación de nutrientes es muy importante ya que nuestro cerebro tiene un papel muy importante en la regulación de todas las funciones vitales y las neuronas son exquisitas desde el punto de vista metabólico. De hecho, y por extraño que parezca, la reducción de calorías ha mostrado mejorar el procesamiento ejecutivo y la velocidad psicomotriz, así como aumentar los niveles de neurotrofinas. La dieta mediterránea y el consumo moderado de cafeína también son beneficiosos a la hora de prevenir el deterioro cognitivo asociado a la edad.

Ingredientes adecuados

Sin dejar el tema de la alimentación, los suplementos pueden desempeñar un importante papel a la hora de prevenir la pérdida de las capacidades cognitivas. Hay abundantes estudios que confirman que el mantenimiento e incluso la mejoría cognitiva y de las funciones ejecutivas es posible si los suplementos incluyen estos ingredientes en las cantidades adecuadas:

  • Omega 3 y Fosfatidil Serina, componentes estructurales básicos de las neuronas que permiten realizar correctamente su función.
  • Polifenoles y antocianinas (arándanos, polifenoles del te, resveratrol).
  • Vitaminas del grupo B, cofactores necesarios para la síntesis de neurotransmisores y para mantener niveles adecuados de homocisteína.
  • Coenzima Q-10 y Acetil L-Carnitina, moléculas antioxidantes que mejoran la capacidad de obtención de energía por parte de las neuronas.
  • Ginkgo biloba, una planta antioxidante que mejora el flujo sanguíneo cerebral para permitir la llegada de nutrientes y oxígeno.
  • Los carotenoides Luteína y Zeaxantina, antioxidantes con mucha afinidad por el cereboo que incrementan la velocidad de procesamiento de información.
  • La planta adaptógena rodiola que mejora en rendimiento mental.
  • L-Teanina, un aminoácido del té verde con capacidad ansiolítica y de mejora de rendimiento mental bajo situaciones de estrés.

Balance hormonal

Otra de las estrategias de nuestra lista para proteger nuestro cerebro tiene que ver con la búsqueda de un adecuado balance hormonal, algo que resulta fundamental para mantener el cerebro activo. El estradiol tiene un efecto estimulador de las neuronas; cuando lo perdemos (las mujeres en la menopausia, los hombres al bajar nuestros niveles de testosterona), nuestro cerebro comienza a funcionar peor y a presentar signos progresivos de atrofia, como se ha comprobado en varios estudios. Por eso, mantener unos niveles adecuados es fundamental.

Del mismo modo, la progesterona tiene como función estimular los receptores GABA del cerebro para conseguir un adecuado descanso y evitar que la estimulación por estradiol sea demasiado elevada. Hay otras hormonas, llamadas neuroesteroides, como la DHEA y la pregnenolona que cumplen numerosas funciones en el sistema nervioso central como proteger ante la isquemia (disminución del flujo de sangre a través de las arterias) y mejorar la formación de la memoria.

Balance metabólico

Por último, el balance metabólico es también muy relevante. Tanto la obesidad como los niveles elevados de homocisteína (aminoácido perjudicial generado durante el metabolismo de las proteínas), la resistencia insulínica y la diabetes, así como la hipertensión se relacionan con un deterioro cognitivo más rápido. Probablemente estos factores tengan un doble papel: por un lado, interfirieren con la óptima función neuronal y, por otro,  deterioran los vasos sanguíneos y la microcirculación, afectando con ello al adecuado aporte de nutrientes y de oxígeno que provoca un peor funcionamiento cerebral y una mayor generación de radicales libres.

Enfoque global

Hay muchos factores implicados en el mantenimiento de una adecuada función cognitiva a lo largo de los años, por lo que un enfoque global de la salud en este apartado incluye el uso de los suplementos alimenticios que sean necesarios en cada caso.

NeoMemory es uno de los productos Neoactives que pueden ser utilizados para mejorar el rendimiento intelectual en situaciones de estrés y con el fin de reducir la fatiga mental que sufren las personas sometidas a períodos de alta exigencia laboral o académica. Además, sus componentes contribuyen a retrasar el envejecimiento cerebral y beneficia la memoria y los procesos neuropsicológicos.

Por otro lado, NeOmega 3, que contiene excelentes niveles de Omega 3 EPA (420 mg) y DHA (300 mg), ayuda a mejorar el correcto funcionamiento cerebral y al desarrollo neurológico, y NeocoQ10 Ubiquinol, con 100 mg de coenzima Q10 en forma de ubiquinol son suplementos ideales para mantener la integridad estructural y funcional del cerebro, así como para retrasar el deterioro cognitivo asociado a la edad.