EL INOSITOL Y SU PAPEL EN EL SÍNDROME DE OVARIO POLIQUÍSTICO (SOP)

El síndrome de ovario poliquístico es una condición hormonal común que afecta a muchas mujeres en edad reproductiva. Se caracteriza por desequilibrios hormonales, ciclos menstruales irregulares y la formación de quistes en los ovarios. El inositol ha demostrado ser un nutriente prometedor para el manejo y tratamiento del SOP.

Estefanía Álvarez Filippone - Unidad de Nutrición Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives.


QUÉ ES EL INOSITOL

El inositol es un compuesto que podemos encontrar de varias formas, siendo el mioinositol y el D-chiro-inositol los más comunes. Estas formas de inositol desempeñan un papel crucial en la función celular y se consideran cofactores importantes en numerosas vías metabólicas. Entre otras funciones, se ha observado que el inositol puede mejorar la regularidad menstrual, disminuir los niveles de insulina y mejorar la ovulación en mujeres con síndrome de ovario poliquístico.

Las mujeres con esta condición tienen niveles reducidos de inositol en sus tejidos. Esto puede contribuir a la resistencia a la insulina, un factor que está estrechamente relacionado con el SOP. La resistencia a la insulina provoca un aumento en los niveles de insulina en la sangre, lo cual a su vez puede estimular la producción excesiva de andrógenos (hormonas masculinas). Esto desencadena síntomas como el crecimiento excesivo de vello, acné, aumento de peso y trastornos menstruales.

INOSITOL COMO SUPLEMENTO PARA EL SOP

La suplementación con inositol, especialmente en forma de mioinositol, ha demostrado resultados prometedores en el manejo del SOP. Uno de sus efectos destacados es mejorar la sensibilidad a la insulina, lo que conlleva una reducción significativa en los niveles de insulina y andrógenos en el cuerpo. Además, los estudios han comprobado que la suplementación con inositol puede ayudar a mejorar la regularidad menstrual, promover la ovulación mejorando la calidad de los óvulos y aumentar las tasas de embarazo en mujeres con SOP.

Por otro lado, el inositol también tiene un impacto positivo en la atenuación de los síntomas asociados a este síndrome, como el acné y el hirsutismo, lo que lo convierte en una opción terapéutica muy valiosa. Adicionalmente, este compuesto ha mostrado beneficios en otras condiciones médicas, como el hipotiroidismo, especialmente en casos de hipotiroidismo de Hashimoto, y se ha observado su participación positiva en enfermedades hepáticas. 

OTRAS FUNCIONES DEL INOSITOL

Componente estructural

El inositol es una parte crucial de los fosfolípidos, que son componentes esenciales de las membranas celulares. Los fosfolípidos ayudan a mantener la integridad y la fluidez de las membranas, y el inositol contribuye a esta función estructural.

Señalización celular

Está involucrado en la señalización celular, especialmente en el sistema de señalización de fosfoinosítidos. Estos fosfoinosítidos regulan diversos procesos celulares, como la respuesta a hormonas, la comunicación neuronal y la regulación del calcio intracelular.

Metabolismo de la glucosa

Participa en el metabolismo de la glucosa, ayudando a regular los niveles de azúcar en sangre. Algunos estudios sugieren que el inositol puede mejorar la sensibilidad a la insulina y, por lo tanto, podría ser beneficioso para personas con resistencia a la insulina o diabetes tipo 2.

Metabolismo de lípidos

También participa en el metabolismo de los lípidos, ayudando a movilizar las grasas del hígado y otros tejidos. Además, está relacionado con la regulación del metabolismo de colesterol y triglicéridos.

Salud mental

El inositol ha sido estudiado en relación con diversos trastornos mentales, como la depresión, la ansiedad y el trastorno bipolar, obteniendo resultados alentadores.

Mejora la función tiroidea

Favorece que la TSH, la hormona estimuladora de la tiroides, funcione de forma más eficiente.

Promueve la función hepática

El inositol también ha sido investigado en relación con la salud del hígado. Se ha observado que puede tener efectos protectores en la esteatosis hepática (acumulación de grasa en el hígado) y en la cirrosis hepática.