¿HAY UNA PLAGA DE DÉFICIT DE VITAMINA D?

¿Por qué de repente todos tenemos baja la Vitamina D y debemos tomar suplementos?

¿Qué ha ocurrido? ¿Ya no vale tomar el sol? ¿Qué pasa si la tengo baja? ¿Para qué sirve en realidad? ¿Cuánta Vitamina D es necesaria? Quizá más de uno se haya hecho estas preguntas, sobre todo con la cantidad de información disponible actualmente y el interés (y polémica) que esta vitamina ha suscitado en los últimos tiempos.

Dr. Celia Gonzalo – Especialista en Endocrinología. Equipo médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives


El aporte de vitamina D en una dieta convencional suele ser insuficiente para alcanzar niveles óptimos (entre 50 y 100 ng/ml), a pesar de estar presente en algunos pescados, huevos y alimentos funcionales (p.ej. lácteos y cereales enriquecidos). Esta circunstancia, junto con las campañas de prevención del cáncer de piel, que promueve la limitación a la exposición solar, ha hecho que el déficit de vitamina D en la población de los países occidentales de latitudes subtropicales sea de carácter epidémico (España incluida).

Tipos de vitamina D

Podemos encontrar dos tipos de vitamina D:

  • La D2 o ergocalciferol, que proviene de fuentes vegetales de la dieta, especialmente de hongos y algas.
  • La D3 o colecalciferol, que se sintetiza en la piel a partir del colesterol mediante una reacción provocada por los rayos ultravioletas de tipo B.

La exposición al sol: los rayos ultravioletas

Cada vez son más las publicaciones científicas que aportan a la vitamina D un rol esencial en la salud y en la prevención de enfermedades. Aunque tomar el sol en exceso debe prevenirse, si se hace con moderación, evitando las horas del mediodía y con protección solar, puede ser un hábito saludable.

Por tanto, la exposición solar puede ser tanto beneficiosa como perjudicial dependiendo del tipo de rayos ultravioletas al que estemos expuestos. Básicamente el sol emite dos tipos de rayos ultravioletas, los UVA y los UVB.

  • Los rayos UVA se consideran perjudiciales porque penetran profundamente en la piel y generan mayor daño oxidativo.
  • Los rayos UVB son los “saludables”, los que favorecen la formación de vitamina D.

Tanto los rayos UVA como los UVB nos broncean y nos pueden quemar; sin embargo, los UVA lo hacen más rápidamente por su mayor poder de penetración en la piel. La radiación UVB es menos penetrante y origina un bronceado más lento pero más persistente, a la vez que permite la síntesis cutánea de vitamina D. Como la radiación UVB es más baja en la mañana y en la tarde, mientras que es alta al mediodía, si lo que buscamos es una mayor producción de vitamina D, las horas más efectivas -y también las más peligrosas- son entre las 10 y las 14 horas. Por el contrario, la radiación UVA es más constante a lo largo del día, incluso en ambientes nublados, aunque no es eficiente para la síntesis de la vitamina D.

Obtener una dosis suficiente de rayos UVB para producir una determinada cantidad de vitamina D requiere exponer al sol una superficie amplia de nuestra piel (algunos autores hablan de hasta un 40%), en una franja horaria en la que el sol esté más alto, pero evitando las horas del mediodía (10 A 14 horas).

Existen calculadoras que estiman el tiempo necesario de exposición a los rayos UVB para producir unas 1.000 UI (unidades internacionales) de vitamina D, dependiendo de la estación del año, ubicación geográfica, presencia o ausencia de nubes, del tipo de piel, etc. Por ejemplo, en Madrid y en verano, son necesarias cerca de 2 horas para lograr esta dosis. Teniendo en cuenta que para mantener niveles plasmáticos de excelencia (en torno a 50-100 ng/dL), necesitamos dosis diarias de más de 3.000 UI, deberíamos estar cerca de 6 horas al sol. Como no podemos, ni debemos, exponer nuestra piel a los UVA y UVB durante tanto tiempo en esta ciudad y en verano, la suplementación con vitamina D se convierte en la alternativa sencilla, sana y natural. (1)

¿Qué ocurre si no tengo suficiente vitamina D?

Cuando el cuerpo carece de vitamina D es incapaz de regular adecuadamente los niveles de calcio y fosfato. Si los niveles sanguíneos de esos minerales disminuyen, otras hormonas, como la Paratohormona (PTH) pueden estimular la liberación de calcio y fosfato desde los huesos al torrente sanguíneo para elevar los niveles, lo cual conduce al reblandecimiento y debilitamiento de los huesos. ​

Hay dos enfermedades características de su déficit: en niños es el raquitismo, caracterizado por deformidades óseas y en adultos, la osteomalacia que causa descenso de la densidad mineral ósea con riesgo de fracturas, dolor óseo espontáneo y debilidad muscular.

Además, en caso de deficiencia el organismo se deja de beneficiarse de muchos de los efectos positivos de esta vitamina.

Beneficios de la vitamina D

  • Regula de manera estricta los niveles de calcio. Participa en su absorción intestinal, en su reabsorción en el riñón y en la mineralización ósea, inhibiendo al mismo tiempo la secreción de PTH, que tiene efecto negativo sobre la mineralización de hueso. (2)
  • Mejora la función inmunitaria, con múltiples estudios que avalan su acción protectora a este nivel, especialmente frente a infecciones respiratorias y en enfermedades autoinmunes (3).
  • Está relacionada con la obesidad; En pacientes obesos el déficit de vitamina D es un 35% más frecuente que en pacientes sin este problema, independientemente de la edad o el lugar de procedencia de los pacientes (4).
  • Mejora los síntomas depresivos y la función cognitiva (5).
  • Modula el riesgo cardiovascular. En este sentido, está descrito cómo su déficit se asocia con disfunción vascular, rigidez arterial, hipertrofia ventricular izquierda y presencia de diabetes, hipertensión arterial o dislipemia (6).
  • Disminuye el riesgo de cáncer. La relación de niveles bajos de Vitamina D con el riesgo de padecer cáncer está cada vez más establecida. La asociación GrassrootsHealth.net ha tomado la iniciativa de estudiar el efecto basándose en los niveles previos y obtenidos tras la suplementación con vitamina D. Se han comprobado reducciones potentes y estadísticamente significativas del riesgo de cáncer (67%) cuando comparaban niveles mayores a 40 ng/mL con niveles menores de 20 ng/mL (7). En un segundo estudio más amplio, encontraron una reducción del 80% de cáncer de mama con niveles mayores a 60 ng/mL frente a menores de 20 ng/mL (8).
  • Mantiene la fuerza muscular, mejora la coordinación y disminuye el riesgo de caídas en personas mayores (9).

¿Cuánta cantidad de Vitamina D debo tomar?

La medicina tradicional recomienda tener unos niveles plasmáticos de vitamina D (medidos en forma de 25 OH colecalciferol) de al menos 20-30 ng/mL. Las dosis diarias recomendadas hasta ahora son de 600 a 800 UI al día, dependiendo de la edad de la persona. Sin embargo, una reciente publicación en la revista Nutrients (10) ha demostrado que el cálculo por el que se establecen estas dosis para alcanzar y mantener unos valores de 20-30 ng/mL es erróneo. Si el cálculo se hace correctamente, las dosis diarias recomendadas de vitamina D son al menos 10 veces superiores a las anteriormente mencionadas, es decir de 6.000 a 8.000 UI al día. Contando con lo que se puede obtener por exposición solar y con la alimentación, necesitaríamos suplementar entre 3.500 y 5.000 UI diarias.

NeoVit D3

El suplemento de Neoactives, NeoVit D, contiene 3.500 UI de vitamina D en forma D3 o colecalciferol, que asegura su mayor biodisponibilidad por el organismo. De esta forma, podrás alcanzar las dosis recomendadas de una forma natural y segura. 


BIBLIOGRAFÍA:

1. Al-Mutairi N, Issa BI, Nair V. Photoprotection and vitamin D status: a studyon awareness, knowledge and attitude towards sun protection in general populationfrom Kuwait, and its relation with vitamin D levels. Indian J Dermatol VenereolLeprol. 2012 May-Jun;78(3):342-9.

2. Cranney A, Horsley T, O'Donnell S, Weiler H, Puil L, Ooi D, et al. (August 2007). "Effectiveness and safety of vitamin D in relation to bone health". Evidence Report/Technology Assessment (158): 1–235.

3. Palframan KM et al. Vitamin D-binding protein is inversely associated with the incidence of gastrointestinal and ear infections in school-age children. Epidemiol Infect. 2018 Jul 30:1-74. Pereira-Santos M et al. Obesity and vitamin D deficiency: a systematic review and meta-analysis. Obes Rev. 2015 Apr;16(4):341-9.

4. Stefanowski B, Antosik AZ. The effect of vitamin D3 deficiency on the severity of depressive symptoms. Overview of current research. Psychiatr Pol. 2017 Jun 18;51(3):437-454

5. Manson JE, Cook NR, Lee IM, Christen W et al. VITAL Research Group. (2019) Vitamin D Supplements and Prevention of Cancer and Cardiovascular Disease.N Engl J Med. 380:33-44.

6. McDonnell SL, Baggerly C, French CB, Baggerly LL, Garland CF, Gorham ED, Lappe JM, Heaney RP. (2016)Serum 25-Hydroxyvitamin D Concentrations =40 ng/ml Are Associated with >65% Lower Cancer Risk: Pooled Analysis of Randomized Trial and Prospective Cohort Study.PLoS One. 11(4):e0152441. 

7. McDonnell SL, Baggerly CA, French CB, Baggerly LL et al. (2018) Breast cancer risk markedly lower with serum 25-hydroxyvitamin D concentrations =60 vs < 20 ng/ml (150 vs 50 nmol/L): Pooled analysis of two randomized trials and a prospective cohort.PLoS One. 13(6):e0199265

8. Broe KE, Chen TC, Weinberg J, et al. A higher dose of vitamin D reduces the risk of falls in nursing home residents: a randomized, multiple-dose study. J Am Geriatr Soc2007;55:234-9

9. Veugelers, P. J. and Ekwaru, J.P. “A Statistical Error in the Estimation of the Recommended Dietary Allowance for Vitamin D”, Nutrients. 2014 Oct; 6(10): 4472-4475. http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4210929/