MEJORA TU SALUD CUIDANDO TU FLORA INTESTINAL

¿Por qué somos lo que comemos?. Los alimentos que ingerimos pueden favorecer o perjudicar la flora intestinal que juega un papel crucial en la absorción de los nutrientes y en la defensa del organismo frente a posibles infecciones.

El intestino sano de una persona contiene 100 billones de microorganismos y, como mínimo, 1.000 especies diferentes de bacterias. Es lo que se conoce como ‘microbiota intestinal’, una comunidad microscópica que puede alcanzar un peso de hasta 2 kg. Estos huéspedes son como un órgano dentro de otro, nuestro aparato digestivo, con el que establece una relación simbiótica. Cada vez hay más pruebas de su influencia en la prevención de enfermedades neurodegenerativas, autoinmunes y cardiovasculares.

Dr. Iván Moreno – Especialista en Medicina Interna. Equipo Médico Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives


La flora intestinal cumple tres funciones principales:

- Ayudar a digerir ciertos alimentos demasiado ‘pesados’ para el estómago y el intestino delgado.

- Contribuir a la producción de algunas vitaminas (B y K).

- Ayudar a combatir las agresiones de otras bacterias nocivas, favorecer la función de barrera frene a patógenos y tóxicos y estimular el sistema inmunológico.

 Lo que no todo el mundo sabe es que nuestro estilo de vida y, en concreto, nuestra alimentación puede contribuir a la fortaleza o la debilidad de este ejército de bacterias que realizan un trabajo inestimable para que el organismo mantenga un estado saludable. Así lo constata una revisión publicada por la revista Genes & Nutrition.

 Los investigadores señalan que el ser humano proporciona un entorno rico en nutrientes y la microbiota, a cambio, realiza funciones indispensables que el cuerpo humano no puede proporcionar por sí mismo. Esta microbiota regula el metabolismo de la energía y el almacenamiento de grasa, y los científicos creen que es una factor que puede influir en el desarrollo de trastornos metabólicos asociados con la obesidad y algunas enfermedades crónicas.

 Cuidar la dieta

De hecho, los resultados del estudio indican que la dieta incide notablemente en la composición de la flora intestinal y esta, a su vez, podría influir en la salud del individuo. Las alteraciones de la microbiota intestinal y la respuesta adversa del individuo a estos cambios es lo que se conoce como disbiosis. Entre sus síntomas están la flatulencia, lengua blanca, estreñimiento, irritaciones cutáneas, reacciones alérgicas, cansancio, dolores articulares, etc. En estos casos se recomienda la valoración por un médico y, si es necesario, realizar un estudio para proponer un tratamiento.

Pero, ¿qué podemos hacer para evitar este desequilibrio? De entrada, se aconseja evitar las dietas altas en grasas poco saludables, las harinas, los azúcares refinados y la sal, y bajas en fibra.

Por otra parte, el proyecto europeo ‘MyNewGut’ ha demostrado que ciertos microorganismos como Bacteroides uniformis y Bifidobacterium pseudocatenulatum son capaces de reducir la obesidad, modificar la tolerancia oral a la glucosa y, lo más sorprendente, influir en nuestro estado de ánimo, ya que, por ejemplo, hay un tipo de depresión asociada a la obesidad.

 ¿Puedo reforzar mi flora intestinal?

Sí, ya que no siempre es fácil conseguir una dieta equilibrada, otra de las vías que puedes emplear para favorecer el estado de tu flora intestinal son los suplementos a base de pre/probióticos. Hay estudios que demuestran que ayudan a reducir el peso y disminuir la grasa visceral.

Los prebióticos son alimentos ricos en fibra (frutas, verduras y cereales) que promueven el crecimiento de bacterias intestinales saludables. Por su parte, los probióticos son microorganismos vivos presentes en productos fermentados como el yogur y los quesos (aunque el procesado a veces los elimina) que, consumidos en suficiente cantidad, promueven una microbiota saludable y pueden ayudar a reequilibrarla cuando ha sido afectada por una dieta de mala calidad u otros factores como el estrés o el uso de antibióticos. Unos y otros son como el sustrato en el que ha de florecer nuestro ecosistema intestinal.

Un buen probiótico, para ser efectivo, tiene que tener variedad de cepas, ya que las bacterias cooperan entre sí y potencian los resultados. Además, es importante el recuento de microorganimos viables que permita que un número importante llegue al colon, que es donde van a ejercer su efecto beneficioso. El probiótico debe contener al menos 1.000 millones de microorganismos para asegurarnos que lleguen vivas al intestino.

En Neoactives contamos con ‘NeoFlora Probio Balance’ que aporta una cuidadosa selección de 16 cepas de microorganismos intestinales, escogidas específicamente por sus efectos complementarios y por su capacidad de resistir el proceso digestivo y llegar viables al intestino. Además, utilizamos cápsulas de liberación retardada para una mayor protección de los microorganismos frente a los ácidos estomacales, para una mayor garantía aún de eficacia.

Cada cápsula contiene 53.000 millones de microorganismos lo que le convierte en uno de los productos más concentrados disponibles y una opción ideal para aquellos que buscan productos de máxima calidad.

Los suplementos nutricionales de Neoactives han sido desarrollados por el equipo multidisciplinar de Neolife basándose en la experiencia recopilada en los últimos años en los tratamientos que incluyen suplementación de los clientes de sus clínicas y en los más innovadores avances científicos. Además, incorporan las materias primas de mayor calidad, pureza y potencia, y están fabricados en instalaciones de última generación.

BIBLIOGRAFÍA

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