¿QUÉ RELACIÓN TIENEN LOS HORMIGUEOS MUSCULARES CON LA SALUD CARDIOVASCULAR?

La parestesia, esa sensación descrita como “hormigueo”, es algo comentado de forma frecuente en consulta que, al indagar un poco más sobre otros síntomas, también viene relacionado con fasciculaciones oculares, conocidas más como tics en los ojos, debilidad muscular, fatiga e incluso migrañas. En cuanto a signos, perfectamente podemos apreciar también una disminución de las concentraciones de vitamina D, potasio y calcio en sangre, junto con un aumento de la presión arterial.

Aunque es necesario una valoración individualizada para llevar a cabo un diagnóstico, todo lo anterior podemos relacionarlo con un déficit de magnesio, el cual puede suponer un aumento en el riesgo de enfermedad cardiovascular. ¿Quieres saber más sobre ello?

Unidad de Nutrición Neoactives


 

¿Qué es el magnesio y dónde se encuentra?

Después del potasio, el magnesio (Mg) es el mineral más abundante dentro de las células de todos los vertebrados.

El cuerpo humano contiene alrededor de 25g de Mg. Aproximadamente un 60% se encuentra en los huesos, mientras que un 40% se localiza en tejidos blandos (órganos y músculos).

Solo un 1% del Mg se encuentra fuera de nuestras células (principalmente en el suero y glóbulos rojos). Por ese mismo motivo, resulta muy complicado diagnosticar una deficiencia de magnesio a través de un control analítico. Si prácticamente todo se encuentra dentro de nuestras células, el valor que obtenemos en la muestra no es representativo.

Importancia del magnesio en la salud

Se trata de un catión (Mg 2+) implicado en numerosas funciones que garantizan un correcto estado de salud:

  • Cofactor de multitud de reacciones enzimáticas.
  • Participa en el metabolismo para la síntesis de hidratos de carbono, proteínas y grasas.
  • Permite la liberación de neurotransmisores.
  • Implicado en la contracción y relajación muscular.
  • Permite la conformación de vitamina D a 1,25 OH dihidroxivitamina D (forma activa).
  • Estabiliza a las moléculas implicadas en el metabolismo energético (ATP y ADP).

Deficiencia subclínica de Magnesio

Cuando hablamos de deficiencia subclínica, estamos haciendo referencia a una serie de síntomas característicos, sin necesidad de salirnos de un rango de valores aceptados como dentro de la normalidad. Por ejemplo, el hipotiroidismo subclínico es aquel en donde la persona ya sufre los síntomas de la patología (cansancio, debilidad, sueño, insomnio, piel seca, caída del cabello…), pero sus valores analíticos hormonales entran dentro del rango aceptable. 

Hoy en día, los profesionales de la salud más actualizados tratan esta situación sin esperar un rango alterado en los valores. Y es que la salud no se mide en números solamente, sino en cómo se siente la persona. Gracias a esta actualización, muchos ya trabajamos con rangos óptimos en lugar de aceptables.

La deficiencia subclínica de Mg predispone a numerosas enfermedades crónicas, incluidas las cardiovasculares (hipertensión, aterosclerosis y calcificaciones, arritmias y enfermedad de la arteria coronaria) y osteopenia.

En los países desarrollados, los estudios recientes indican que hasta un 30% de la población puede tener déficit de este mineral. Y en estudios más concretos, se ha observado que hasta un 84% de mujeres en menopausia diagnosticadas con osteoporosis tienen déficit de Mg.

Causas de la deficiencia

Las causas de la hipomagnesemia son varias. Incluso pueden ocurrir de forma simultánea:

En primer lugar, una ingesta dietética insuficiente. Existen varios estudios que indican que la mayor parte de la población de Europa y América del Norte no llega a la cantidad diaria recomendada de Mg: aproximadamente 420 mg en el hombre y 320 mg en la mujer. Los alimentos ricos en magnesio los encontramos en granos enteros como las legumbres y el arroz integral, vegetales de hoja verde oscuro (espinacas), almendras, anacardos y cacao. El patrón de dieta occidental característico de los países desarrollados (harinas refinadas, refrescos, comida demasiado procesada, azúcares y fritos) carece de este mineral.

En segundo lugar, es cierto que el contenido de magnesio de los alimentos ha disminuido en lo últimos 50 años, como consecuencia de suelos más pobres en nutrientes y mayor procesamiento. Sin embargo, podemos garantizar sin problemas los requerimientos a través de estos.

Y en tercer lugar, no solo es importante su consumo, también debemos asegurarnos de que se absorbe y utiliza correctamente:

  • El exceso de cafeína, contenida no solo en el café, sino también en tés y bebidas energéticas, junto con el exceso de calcio y vitamina D (sobre todo por abusar de suplementos sin indicación alguna), así como las bebidas carbonatadas (por su aporte en ácido fosfórico), dificultan su correcta absorción.
  • El bajo aporte de selenio (nueces de Brasil, carnes, semillas de mostaza, pipas de girasol, huevos, pescados, mariscos y cereales integrales como el arroz y el trigo) y de sodio, se relacionan también con deficiencia de Mg.
  • Abusar de antiácidos, diuréticos y alcohol provoca pérdidas del mineral y, por tanto, son factores de riesgo para su deficiencia.

Correcto diagnóstico del déficit de Mg

Los síntomas y signos mencionados al inicio deben servirnos de sospecha ante una hipomagnesemia. Sin embargo, sabemos que una muestra en sangre no representa ni el 1% de este mineral en nuestro organismo. Por ello, recientemente se ha propuesto considerar la secreción urinaria de Mg2+. De forma más concreta, un valor de Mg2+ en sangre inferior a 0,82 mmol/L con una excreción urinaria de Mg2+ de 40-80 mg al día, debe considerarse indicativo de deficiencia.

Cómo corregir el déficit

Su corrección a través de la suplementación en personas que sufren de diabetes tipo 2 y síndrome metabólico ha demostrado reducir la presión arterial, mejorar el perfil de lípidos y el control de la glucemia.

Sin embargo, no solo aquellas personas con dichas patologías deben revertir la deficiencia. Como hemos comentado, esta situación clínica puede suponer un riesgo a nivel cardiovascular, por lo que deben llevarse a cabo cambios en la alimentación, aumentando el consumo de alimentos ricos en este mineral (verduras de hoja verde oscuro, legumbres, frutos secos) y hacer uso de la suplementación.

A la hora de elegir un suplemento, es importante que este sea en forma de glicinato, para asegurar su biodisponiobilidad, como NeoMagnesium. Las formulaciones a base de óxido de magnesio son menos biodisponibles y, además, pueden dar lugar a problemas a nivel intestinal (diarrea) que provoquen la pérdida de dicho mineral.

En cuanto a dosis, se recomienda alrededor de 310-350 mg y 400 mg en mujeres y hombres, respectivamente.

¿Puede un tic en el ojo o los calambres musculares ser un síntoma de riesgo cardiovascular? Sí. Por deficiencia de magnesio.


BIBLIOGRAFÍA

  1. DiNicolantonio JJ, O'Keefe JH, Wilson W. Subclinical magnesium deficiency: a principal driver of cardiovascular disease and a public health crisis. Open Heart. 2018 Jan 13;5(1):e000668. doi: 10.1136/openhrt-2017-000668. Erratum in: Open Heart. 2018 Apr 5;5(1):e000668corr1. PMID: 29387426; PMCID: PMC5786912.
  2. Piuri G, Zocchi M, Della Porta M, Ficara V, Manoni M, Zuccotti GV, Pinotti L, Maier JA, Cazzola R. Magnesium in Obesity, Metabolic Syndrome, and Type 2 Diabetes. Nutrients. 2021 Jan 22;13(2):320. doi: 10.3390/nu13020320. PMID: 33499378; PMCID: PMC7912442