¿RETENCIÓN DE LÍQUIDOS EN VERANO?
Las altas temperaturas, características de los meses de verano, provoca una mayor dilatación de los vasos sanguíneos y, por tanto, una peor circulación, dando lugar a una posible retención de líquidos. Sin embargo, a lo que realmente deberíamos prestarle atención es a una serie de hábitos que suelen tener lugar también durante esta época del año. Pues no hay que olvidarse que coincide con el periodo de vacaciones.
Si quieres saber cómo controlar aquellos factores que se encuentran en nuestras manos, no te pierdas el artículo completo.
Laura Pérez Naharro - Unidad de Nutrición Neolife e Investigación y Desarrollo Neoactives.
¿Qué es la retención de líquidos?
Cuando uno se siente hinchado, tiende a relacionarlo con una retención de líquidos. Pero este síntoma no tiene por qué corresponderse siempre con un problema en el balance hídrico. Puede ser fruto de una peor digestión, por alimentos que no se hayan masticado correctamente, falta de acidez estomacal, disbiosis intestinal... Por lo que resulta fundamental descartar cualquiera de estos antes de hacer un mal uso de diuréticos.
En nuestro organismo disponemos de 3 espacios: el intersticial (entre las células), intracelular (dentro de las células) e intravascular (dentro de los vasos sanguíneos). Cuando hablamos de retención, en realidad, estamos haciendo referencia a una acumulación de líquido en el espacio intersticial. Y no solo el agua se acumula en este lugar, sino todo el líquido que viaja en el suero, donde también se encuentran nutrientes.
En situaciones normales, el líquido de estos 3 espacios se mantiene en equilibrio gracias a la función renal, circulación e incluso la propia ingesta. Pero claro, siempre que estos órganos funcionen correctamente y la ingesta sea la adecuada.
A continuación, nos vamos a centrar en los factores dietéticos, dando por hecho que no hay ningún problema de salud que pueda afectar a la capacidad de funcionamiento de nuestros órganos.
¿Qué factores dietéticos pueden desequilibrar nuestro balance hídrico?
- Falta de hidratación. El agua debería ser nuestra principal fuente de líquidos en cuanto a bebidas, pues su composición en electrolitos favorece la correcta hidratación. En el verano se suele hacer un mayor uso de bebidas para refrescarnos que nada tienen que ver con hidratarnos, en muchas ocasiones incluso producen el efecto contrario. Los cócteles, tintos de verano y cervezas, presentan alcohol y, por tanto, deshidratan. Lo mismo ocurre con aquellas con elevadas cantidades de azúcar: zumos, refrescos o batidos.
- Exceso de sodio. Y no, no estamos hablando de la sal que añadimos para condimentar. Estar de vacaciones supone comer de forma más frecuente fuera de casa, por lo hay que contemplar que los establecimientos se añaden una mayor cantidad. Además, también se suele hacer un mayor consumo de snacks salados (encurtidos, patatas fritas), picoteos con embutidos, quesos y pan. Sin olvidar las salsas (la mayonesa en los huevos rellenos o la ensaladilla es algo bastante típico).
¿Cómo podemos prevenirlo?
- Mantenernos hidratados de forma constante. Beber agua en pequeños sorbos durante todo el día y de forma frecuente a una temperatura de 24-25º. Grandes cantidades de agua fría no hidratan. Mejor poco a poco y en las condiciones anteriores.
- Evitando el exceso de cafeína, bebidas azucaradas y alcohol.
- Reduciendo el aporte de sodio, teniendo en cuenta todos los alimentos que la presentan.
- Aumentando el aporte de potasio, o lo que es lo mismo, variedad de frutas (albaricoques, plátano, melón, nectarinas, naranja, ciruelas, uvas), verduras (alcachofas, remolacha, brócoli, tomate, espinacas, calabaza, calabacín) y alimentos de origen vegetal (lentejas, patata, frutos secos y semillas).
¿Es interesante algún suplemento para ello?
Sí, NeoDren puede ayudarnos gracias a su combinación de diferentes plantas diuréticas como la cola de caballo, ortosifón, diente de león, ortiga y abedul, pero siempre y cuando sigamos las recomendaciones dietéticas anteriores y mantengamos cierta actividad física.
Debemos tener en cuenta que nuestro propio organismo es capaz de equilibrar cualquier desajuste hídrico, siempre que nuestros órganos se encuentren en buen estado y la ingesta sea la adecuada.
Abusar de diuréticos o solo recurrir a ellos puede tener el efecto contrario. El hecho de eliminar una elevada cantidad de agua provoca igualmente un desequilibrio en los líquidos corporales, haciendo que nuestro organismo tienda a retenerlos. Además de poner en riesgo nuestra salud por deshidratación. Por ello mismo, es fundamental respetar siempre las dosis recomendadas por profesionales y no hacer un mal uso de los suplementos.